Sucedió en Galicia

Iba yo de copiloto por esas carreteras secundarias gallegas confeccionadas sin piedad de ningún tipo. Nos perdimos. Preguntamos a un lugareño. Nos respondió con preguntas, nos transmitió las muchas dudas que le ofrecía la cuestión, nos demostró que todo es relativo (por ejemplo, señalaba a la derecha para referirise a los giros a la izquierda y viceversa) y... nos volvimos a perder. Fantástico.