
Antes de irnos de Belén, pasamos a hacer compras en una cooperativa de palestinos. Yo compré rosarios y un bote de crema del mar muerto para mi mamá. El señor de la tienda, nos muestra en la foto una especie de fósiles: la verdad es que merecía la pena escucharle hablar en lo que él debía pensar que era español.
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