martes, 31 de diciembre de 2019

Feliz año nuevo

En los quince años que llevo escribiendo en este blog nunca había escrito tan poco.
Dice el "archivo del blog" que esta es la 44ª vez que lo hago en 2019. Es la segunda vez que bajo de las cien entradas anuales -en 2015 escribí 70 veces-.
Y el caso es que tengo fotos bastante buenas (como la ilustra esta entrada, echa por mi mismo en la casa museo de Dostoievski en Moscú al esquema -creo- de una de sus geniales novelas).

¿Por qué?
Ni idea.

¿Ha llegado la hora de cerrar el blog?
Ni idea.

Total, que a ver si vengo más. Mientras, tengan ustedes un feliz año nuevo.

viernes, 13 de diciembre de 2019

La nieve y la religión

Nada tengo contra los conejitos blancos, ni contra la nieve y los osos polares.
Todo lo contrario.
Me despiertan una intensa religiosidad navideña los blancos paisajes nevados, sobre todo si están poblados de animalitos blancos; pero reconozco que no se trata de un movimiento espontáneo, sino que es fruto del esfuerzo continuado.
Ale.
A otra cosa.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Para el apocalipsis



Ando muy liado.
No sé si me quedan seguidores, pero si existiesen se merecerían una explicación.
En ese caso, se la daré.

Total, que estoy con la carta de los Reyes y he encontrado por 19,95 más 3,90 de gastos de envío un KIT DE SUPERVIVENCIA PARA EL APOCALIPSIS y me he interesado.
El kit va en una lata que cabe en el bolsillo e incluye "seis elementos con los que podrás: orientarte usando la brújula; encender un fuego, gracias a un pedernal; cortar madera, metales blandos, plástico, hueso... con la sierra de cable; dar la alarma con el silbato metálico; alumbrarte con la linterna y resolver un montón de situaciones con la tarjeta multiherramienta."
O sea: que se supone que en medio del fin del mundo hay que orientarse, encender fuego, cortar cosas, dar la alarma, alumbrarte o hacer arreglos.

Tengo que seguir buscando.