lunes, 10 de febrero de 2014

De otorrinos


Cuando yo era joven no había bebidas energéticas (la de la foto más parece un veneno, pero expertos en márketing tiene la iglesia...), ni gimnasia de mantenimiento, ni pistachos, ni vídeos virales, ni grandes superficies.
Además, la sal servía para dar sabor a las comidas, no para subir la tensión.

Pero no quiero ponerme nostálgico. Vengo del otorrinolaringólogo: todo bien; pero se me habían metido cosas en mi oído.
En la sala de espera de ese médico siempre me pregunto si el otorrinolaringólogo nace o se hace; pero luego no me atrevo a preguntarle.

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