martes, 30 de junio de 2015

Gaviotas que se ríen





Las dos primeras fotos están hechas ayer, nada más despegar de Madrid y poco antes de aterrizar en Estocolmo.
La tercera se la hice a lo que traje para los amigos de aquí: jamón de bellota y chorizo ibérico para hacer en parrilla.
La cuarta es del pie del chaval que iba sentado detrás de mí en el avión.

La temperatura es excelente, la gente es excelente, la casa es excelente... y qué decir de los edredones en la patria de la funda nórdica. Hasta ahora sólo he salido para comprar espuma de afeitar (no sé qué narices puedo haber hecho con mi bote): operación realizada sin problemas lingüísticos, tal vez por tratarse de una espuma en un envase en castellano y portugués.

Lo de que nunca se haga de noche del todo tiene su miga. Además, hay gaviotas que se ríen.

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