Funeral

El motivo por el que llevo unos días fuera de juego bloguero es que el lunes murió mi padre.
Tenía 91 años y era un fenómeno.
Hemos rezado y llorado muy a gusto estos días, y lo que te rondaré, morena.
Este número de la calle Pablo Aranda (el de la foto) lo hizo él. Entendía de metales a otro nivel —fue chatarrero—, pero le pidieron estos números en metal, se los pidió a algún amigo y ahí siguen.

Habrá un funeral en la iglesia del Espíritu Santo el lunes 23 de diciembre a las 19,30 h. Si alguno de los extraños visitantes de este no menos extraño lugar viene por allí o reza desde casa, será bien recibido.