Ayer hice un arroz muy serio para 40 personas en el Club Jara.
Todo sucedía en el marco de una actividad de cocina para la que incluso preparé la siguiente receta:
ARROZ CHAMPIONS DE POLLO Y VERDURAS
Ingredientes para 40 personas:
-Aceite, sal, pimienta, perejil, azafrán,
ñora, azafrán o colorante.
-4 kilos de arroz bomba
-unos 10 litros de caldo de pollo y
verduras
-6 kilos de contramuslos de pollo
-2 manojos de ajetes tiernos
-2 manojos de cebolletas
-4 bandejas de 250 grs. de champiñón
laminado
-1 kilo de tomate rallado
-2 kilos más de verdura variada, según
mercado: trigueros, pimientos, habitas, berenjena, alcachofa, zanahoria, etc.
Elaboración:
-Se le quita la piel y los huesos a los
contramuslos y se pica en trozos medianos (de cada contramuslo, más o menos ocho trozos). Salpimentamos a gusto y freímos lento en el centro de la paella
hasta que quede bien doradito, con paciencia.
-Apartamos el pollo a los extremos y en
el centro sofreímos las cebolletas y los dos manojos de ajetes tiernos.
Añadimos ahí el perejil fresco picado y las ñoras, con cuidado de que no se
quemen.
-Cuando esté bien pochada la cebolla,
echamos el tomate hasta freírlo.
-Vamos echando a continuación las
verduras, empezando por las más duras.
-Cuando van estando —no pasa nada porque
estén un poco al dente antes del
siguiente paso, pues les queda la cocción en agua—, mezclamos bien ya con el
pollo, encendemos el fuego exterior si tenemos el típico fogón de aros de
dominguero (que es lo propio) y echamos el arroz.
-Mezclamos bien hasta que el arroz tome
un tono marfil (lo que mi amigo Luis Chiva, experto paellero de bibliografía selecta llama "nacarar el arroz").
-Echamos el caldo. Más o menos 2,5 veces
el volumen del arroz. Para hacer el caldo hay que tener en cuenta muchos
factores: la frescura de las verduras escogidas, la cantidad de carcasas de
pollo, el agua que se va a evaporar, etc. Son tantos factores, que se comprende
que haya quienes acudan a las pastillas de caldo, aunque luego no lo reconozcan
en público —es nuestro caso—.
-Subimos entonces los fuegos a tope,
repartimos bien el contenido, corregimos la sal. Y YA NO TOCAMOS NADA.
-Cuando empieza a bullir con alegría —es
algo que sucede tras cinco minutos, pero depende de la temperatura del caldo,
de la fuerza de los fogones y del viento, así que no somos amigos de dar
tiempos fijos—, bajamos el fuego y más o menos 15 minutos más tarde —cuando
huele a quemado por primera vez—, le pegamos un rápido subidón de fuego que
dará el socarrat. Apagamos y dejamos reposar diez minutillos bajo unos papeles
de periódico.
Me gustaría venir más por aquí, pero no sé si lo conseguiré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario