Hoy he vuelto a Viena y he sometido mi cuerpo y mi mente a cuatro horas en el Kunsthistorisches Museum. Ha sido toda una experiencia, pero voy a necesitar tiempo para recuperarme.
Dicen que en Austria todos saben tocar algún instrumento. El selfie con de la primera foto de hoy lo demuestra.
La segunda es de un perro que se me acercó ayer a orillas del Danubio. Tiene un ojo de cada color. Es algo que yo había viso en humanos, pero es el primer perro que conozco con esta cualidad.
Las cuatro fotos restantes las he hecho en el Museo: “Autorretrato en un espejo convexo” de Girolamo Francesco Maria Mazzola, más conocido como “il Parmigianino”; Aristóteles; un archiduque que demuestra que todo lo que decimos de los peinados de los futbolistas es pura manía; y una preciosa Virgen de Luca della Robbia.
A ver si mañana me recupero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario