sábado, 26 de diciembre de 2020

Calambures




En el twitter de la RAE ponen hoy el famoso calambur de un señor llamado Juan y su hijo Esteban, que ocupan un banco.

Me gustan los calambures, como el romántico "Yo lo coloco y ella lo quita".

Pero sobre todo, la mención a la fiesta de hoy me da ocasión para presumir de mi visita a la catedral de san Esteban en Budapest hace un par de años.

El asunto tiene algo de calambur pero no por el variado significado de una frase según se partan las palabras por aquí o por allá, sino por la confusión. El san Esteban de hoy es el protomartir lapidado junto a la puerta de los Leones en Jerusalén (también llamada puerta de las ovejas o de san Esteban, que lo de las puertas de Jerusalén es casi como lo de los personajes de novela rusa, a los que se refieren indistintamente por sus dos nombres, sus dos apellidos o sus tres motes) y el de la catedral de Budapest es san Esteban rey, cuya fiesta se celebra el 20 de agosto, fiesta nacional de Hungría (casualmente).

Total: en la fachada de la catedral de Budapest se lee EGO SUM VIA ET VERITAS ET VITA (ya saben, del evangelio de san Juan: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”) y en la base de la cúpula SANCTE REX STEPHANE: INTERCEDE PRO NOBIS APUD REGEM SAECULORUM (San Esteban rey: intercede por nosotros ante el Rey de los siglos”). Vale, la foto no es muy buena (la cámara tampoco lo era).

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