El arroz ha salido bueno tirando a muy bueno. La verdad es que llevaba también gambas, pero son unas gambas que se ven en todos los supermercados, congeladas, ya cocidas y pequeñitas: habrán dado sabor, sin duda, pero estaban gomosas. Creo que el fumet de pescado ha ido bien con los aromas afrutados del rebozuelo. A ver si monto un poco el vídeo y lo subo.
En los bajos del edificio de la segunda foto hay un supermercado en el que he comprado un bote de perejil picado seco para el arroz. Mi traductor me ha dicho que el edifico contiene la sede mundial de Spotify y no quería yo dejar de dejar constancia, valga la redundancia (y la rima interna).
La tercera es de una cerveza sueca ingerida en un local que ha sido bar sin interrupción desde 1421. Como para no entrar.
La cuarta es del mercadillo Hötorget, un lugar en el que sin mucho esfuerzo he comprado un kilo de rebozuelo (Cantarellus cibarius) por 100 coronas suenas (unos 12 euros), cuando el precio de los letreros es del 399 coronas por kilo (y no me he ido con sensación de que perdieran dinero con la compra).
La quinta es de un grupo de estudiantes/barrenderos que recorren las calles recogiendo papeles y colillas con unas pinzas. La foto está hecha junto a la placa que recuerda el lugar en que fue asesinado Ölof Palme el 28 de febrero de 1986 al salir de ver una peli en el cine con su mujer. Descanse en paz.
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