Todos los meses de mayo me pasa.
Piensas que este año va a ser diferente, pero comienzan los exámenes, los preparativos del verano, el cierre del curso, las paellas, las primeras comuniones, las romerías, las tardes de tenis, las noches de fútbol, las reuniones definitivas... y cuando te quieres dar cuenta, zas, estás en junio, con las rebajas, la maleta, las toallas... y en un guas guas ya estás de vuelta al curre.
Y eso sin exagerar.
Menos mal que ha sido el centenario de Fátima y por lo menos ha servido de recordatorio de que mayo sigue siendo mayo. Llevo nueve días sin bloguear, y parece que fue ayer.
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