Es posible que hoy quede un huequito en el Telediario para que alguien nos cuente algún detalle rápido del viaje del Papa Francisco a Tierra Santa en medio de amplios reportajes de cómo van las musculaturas de los millonarios futbolistas que esta noche juegan en Lisboa. País, que diría Forges.
Yo también soy futbolero y también estoy en tensión; pero no como para meterme 12 horas seguidas de radio, ni para seguir la tesis doctoral sobre ungüentos milagrosos para recuperar supersónicamente fibras dañadas en las piernas.
Veré el partido y hasta iré a Neptuno; pero me voy a pasar el finde más pendiente de la transmisión en vivo del viaje del Papa a Tierra Santa que a ninguna otra cosa.
En la foto salimos el Papa y yo (algo tapado por mi propia cámara de fotos, por paleto): es de la primera audiencia pública de su pontificado.
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