Cuando llega el otoño tengo la costumbre de acercarme a Tamajón, llenar de níscalos mi cesta y contarlo.
En este blog se pueden ver fotos y vídeos de mi cesta llena: busquen Tamajón o níscalos.
También cojo a veces níscalos de otras latitudes, e incluso otras setas. Tengo hasta un vídeo de un arroz con níscalos y habitas.
Lo de hoy es un gesto de humildad sin precedentes en este blog: reconozco que he conseguido hacer una rápida escapada para regodearme en los frutos de las copiosas lluvias de este octubre... y NADA.
No he visto un solo níscalo.
Tamajón es muuuuuuy grande. Yo voy siempre, más o menos, al mismo sitio.
Hoy aquello estaba seco seco y no estaban allí mis níscalos.
A ver si va lloviendo.
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