Ya dije el otro día que hay en la red mucho material sobre don Álvaro del Portillo. Lo repito. Hay incluso ya actos bien diversos conmemorativos de su Centenario. Y supongo que de aquí al día de su beatificación esto no hará más que aumentar.
Como no sé qué añadir a enlaces tan valiosos, pongo una foto de chapuzón de mirlos y escojo un párrafo que tenía yo localizado de Benedicto XVI sobre la santidad, que pronunció en una audiencia general de 2011:
"¿Qué quiere decir ser santos? ¿Quién está llamado a ser santo? A menudo se piensa todavía que la santidad es una meta reservada a unos pocos elegidos. San Pablo, en cambio, habla del gran designio de Dios y afirma: «Él (Dios) nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor» (Ef 1, 4)."
En fin, creo que se ve por dónde me lleva la figura de don Álvaro: un santo que nació en Madrid, que se mató a estudiar y a trabajar, que no tuvo ideas originales (más bien ayudó a San Josemaría a sacar adelante las suyas), con buen humor, con energía y constancia…
A ver si va a resultar que todos estamos llamados a la santidad.
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