martes, 11 de diciembre de 2018

Pinki


Hace muchos años tuvimos un pekinés que respondía al nombre de Pinki.
Era un gran animal.
Los viajes en coche le ponían mustio. Alguna vez vomitó en el coche.
Prefería pasear a pata, marcando el territorio aquí y allá con largas meadas.
Meaba muy seriamente.

Nunca se nos ocurrió llevarle en bicicleta mediante mochila. ¿Hubiera vomitado? ¿Resistiría el impulso de marcar el territorio en paraje tan notable como la Puerta de Alcalá?

¡Ah! Si Pinki volviera yo sería su escudero, que buen caballero era.

sábado, 8 de diciembre de 2018

Comer níscalos recién cogidos



Las guías de setas, además de contener información sobre el aspecto de cada una, las posibles confusiones, los peligros y ventajas... indican si se trata de una seta comestible y lo apreciada que es. Pero ahí es difícil entrar en todos los detalles: una seta excelente puede llevar unos días en reposo y revenirse un poco o un mucho, o una seta más mediocre puede ser degustada recién cogida y resultar exquisita.

A lo que iba sobre la foto de arriba: las guías suelen decir que el níscalo es una seta de cuatro o cinco tenedores si es pequeña y se prepara al horno o a la brasa, pero que es más bien de sólo dos o tres tenedores al ajillo o guisada. Algo de cierto hay en eso, pero también es cierto -y lo comprobé ayer- que el níscalo al ajito, con una gota de aceite de oliva y bien de sal, si se hace en el campo nada más cogerlo alcanza aproximadamente un nivel de 18 ó 19 tenedores (sobre todo si luego tienes pan para mojar en la salsa). Tremendo. También lo comprobé con unas de pie azul.

Las otras dos fotos son de las luces de Navidad y ¿de una inocentada adelantada?
Me asombra la gran cantidad de gente que sale a la calle atraída por las luces de Navidad, para hacerse fotos junto a las mismas.

domingo, 2 de diciembre de 2018

Buen otoño




No está siendo un otoño muy bloguero; pero que nadie se preocupe por mi actividad micológica, que está resultando abundante y satisfactoria.