jueves, 28 de marzo de 2019

Cuaresma

Lo de la evolución del contenido de los locales comerciales es para observarlo con detenimiento. Casi todos los cines de barrio de mi infancia contienen supermercados: el Marvi, el Bahía, desde hace bien poco el Victoria... Creo que sólo sobrevive como cine el Morasol. Donde estaba el López de Hoyos hay un gimnasio (y enfrente hay una óptica donde hubo un bar de bocatas de calamares). Recuerdo con pena la juguetería de la avenida de Bruselas que pasó a sucursal bancaria. Ahora esas sucursales están a la baja: en Velázquez había una del Santander donde acaban de abrir una floristería. Refrescante. Por cierto, que en la calle Cartagena hay una casa de apuestas on-line de esas donde hubo una Comisaría (no me atrevo a sacar conclusiones).

Esto está en movimiento, señores. Y además, sepan todos que tarde o temprano moriremos, aunque sólo unos pocos tengan el valor de recordárnoslo, para que estemos preparados, como los curas cuando nos imponen la ceniza y nos van diciendo aquello de "recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás", algo tan propio de la Cuaresma.

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