Sigue viento en popa lo que conté el otro día de intentar reunir a mis compañeros de colegio. Cada vez hay más incorporaciones y e-mails con recuerdos y desmentidos de los recuerdos. Ha habido hasta noticias de un posible fallecimiento, que se ha encargado de desmentir el supuesto difunto. A fecha de hoy ya somos 14.
Hoy hemos tenido otro retiro. Esta vez a mediodía y con sandwiches de Rodilla, que por un lado son mucho más caros que cuando yo era joven, y por otro han incorporado sabores realmente glamourosos, como el de queso azul con rúcula, el de virutas de ibérico con mousse de higos, o el de anchoa, piquillo y champi. No sé a dónde vamos a llegar, pero lo que está claro es que llegaremos pronto.
1 comentario:
Hola Enrique:
He llegado a tu blog desde la página de Antonio y es la primera vez que te leo. Yo también soy fan de los sandwiches de Rodilla y de vez en cuando me doy un capricho aunque sean un poco caros, y también estoy intentado juntar a las compañeras del instituto, creo que es una experiencia bastante interesante. ¡Ánimo!
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