miércoles, 19 de septiembre de 2012

Como un niño con zapatos nuevos, o al menos limpios

He cambiado la plantilla del blog, he quitado la barra de vídeos, he puesto un favicon (que no sé si se escribe con tilde porque no sé cómo se pronuncia), he enlazado rumbo a Twitter todo lo que vaya escribiendo aquí...
¿Se puede ser más moderno?
Supongo que lo verdaderamente moderno sería abandonar el blog, herramienta de exhibicionismo vital y literario que ya tiene más espacio en los libros de historia que en la vida misma; pero el caso es que a mí me gusta lo de los blogs y tengo varios, y me da pena dejarlos.

Alguien dijo que en esta vida son importantes tres cosas:
1. Saber que hay cosas que cambian.
2. Saber que hay cosas que no cambian.
Y 3. No confundir las primeras con las segundas.

Este blog es de las que cambia (aunque sigo con la serie de fotos de ventanas: mis windows)

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