martes, 25 de septiembre de 2012

El Opus Dei, su peligrosidad, y las búsquedas de Google


No sé si las búsquedas relacionadas que ofrece Google las elige el famoso robot con ayuda del misterioso algoritmo que ha sustituido a la fórmula secreta de la Coca-cola como epicentro mundial de las leyendas urbanas.
Lo que sé es que la búsqueda "opus dei" tiene hoy como primera búsqueda relacionada la de opus dei secta peligrosa. Y no me parece bien.

Escuché una vez a un amigo filólogo explicar que una institución de la Iglesia no puede ser una secta; por el sencillo motivo de que secta tiene la etimología de seccionar, separar; y no se es secta si no te has separado del tronco. Me gustó. He usado esa explicación varias veces. Hoy la quería repertir -de hecho, acabo de repetirla-, pero busco fundamentos bibliográficos externos y me encuentro con que tanto el diccionario de la Real Academia, como el de María Moliner no son tan contundentes como mi amigo.

DRAE: secta. (Del lat. secta).
1. f. Conjunto de seguidores de una parcialidad religiosa o ideológica.
2. f. Doctrina religiosa o ideológica que se diferencia e independiza de otra.
3. f. Conjunto de creyentes en una doctrina particular o de fieles a una religión que el hablante considera falsa.

Diccionario de uso de María Moliner: secta (del lat. "secta")
f. Doctrina enseñada por un maestro y seguida por sus adeptos. Particularmente, la doctrina y el conjunto de sus adeptos. (desp.) Doctrina considerada errónea, o que se aparta de la tradicional u oficial. Particularmente, la que se considera alienante o destructiva para sus adeptos. Conjunto de los adeptos de una secta.

Ambos diccionarios abren la puerta a la subjetividad: "doctrina (...) que el hablante considera falsa", o "doctrina considerada errónea", y permiten que alguien con cierta propiedad figurada pueda hablar de la Iglesia Católica es una secta, Mercadona es una secta, el Real Madrid es una secta o los usuarios de Apple conforman una secta peligrosa.

No me voy a meter en tan procelosas aguas. Sólo decir que el Opus Dei no es una doctrina, sino una institución compuesta por católicos corrientes y molientes. En resumen formamos parte de la Iglesia católica Romana. Y no somos peligrosos

Me alegra que la ventana de hoy incluya flores, de las que tanto agradaban a doña María Moliner.

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