martes, 4 de noviembre de 2014

Tapones para los tacones


Hace ocho años escribí una entrada en este blog sobre la rebeldía con la que me salté el protocolo en la boda de un sobrino (hablaba sobre el último botón del chaleco del chaqué y, curiosamente, es una de las materias en las que mejor me posiciona google).

El mes pasado estuve en otra boda y aprendí algo completamente nuevo: para tomar el vermú en un jardín de césped es muy conveniente ofrecer a las damas tapones para los tacones (como los de la imagen) que permitan que no queden clavadas al terreno y puedan moverse libremente de acá para allá.

Sorprendente.

No hay comentarios: