miércoles, 6 de junio de 2018

El dulce lamen tarde dos pastores




El calambur es una gran figura (ya saben: entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja). Ayer me descubrió mi colega Juan Ignacio el calambur ¿no intencionado? con el que arranca la égloga I de Garcilaso. Lo habré leído docenas de veces y no había visto lo que contenía el famoso "el dulce lamentar de dos pastores".

Como no tengo fotos del Tajo, sus ninfas y sus pastores pongo tres de mensajes de nuestros suelos madrileños. No viene muy a cuento, lo reconozco.

No hay comentarios: