Tengo que aprender a poner fotos. Mientras lo consigo, llega el momento de reconocer que llevaba tiempo dando vueltas a iniciar este blog, y que he escogido precisamente estas fechas porque acabo de llegar de la Jornada Mundial de la Juventud (no soy ningún chaval, pero allí estuve por una serie de casualidades que no cuento porque no creo que interesen a nadie) de Colonia y tengo muchas cosas que contar.
Entre otras fascinantes experiencias, en Colonia tuve ocasión de participar en las Catequesis preparativas (o preparatorias) que dirigió el Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría. La primera tuvo lugar en la parroquia de St. Nikolaus, en Bensberg, cerquita de Colonia. Fue el miércoles 17 de agosto y duró como de nueve a una: cantos, testimonios, palabras del obispo, preguntas y Misa.
Uno de los testimonios estuvo a cargo de un jugador prefesional de balonmano de un equipo de Huesca. Relató su encuentro con Jesús, los años pasados de aquí para allá con preocupaciones alejadas de la fe, los buenos consejos recibidos de un hermano suyo y del obispo de Huesca (allí presente), y concluyó: "en el arte de vivir, Jesús es el crack y nosotros sus amigos".
No creo que este chico, cuyo testimonio me encantó y me ha dado mucho que pensar, sea de la Obra; no se trataba de unas catequesis dirigidas exclusivamente a gentes de la Obra -más bien éramos minoría-; Mons. Echevarría se refirió en sus palabras a lo del "crack"... y yo pensé en lo grande que es la Iglesia y en la mucha gente que procura sacarle brillo diariamente a su compromiso bautismal.
Por hoy basta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario