Bueno, ya terminó todo. Estoy en Madrid sin humedad, sin palillos, y sin algas que llevarme a la boca; pero con el zurrón lleno de recuerdos, y la cámara repleta de fotos que a ver cuándo ordeno. En cuanto me aclare, espero añadir dos entradas, una de “curiosidades” y otra de “consejos viajar Japón”, entretanto, como puede verse en la foto, reparto regalos exóticos a quienes me los encargaron (en la foto, puede apreciarse el efecto que producen en mentes aparentemente juiciosas una hakama, una jukata y un samué, prendas sólo aparentemente inofensivas).
No hay comentarios:
Publicar un comentario