Ayer pasó por Madrid Lubis. Vino al funeral de su principal tío, que a los 80 años se ha ido a hacer pacharán al Cielo. No le fotografié porque se corta el pelo una vez al año y ahora no está para paparazzi. Sí accedió sin embargo a mostrar a las cámaras su principal regalo de Reyes, una pala de nieve con la que piensa hoy mismo hacerse un igloo en nieve blanda. Dice que a cero grados se puede estar tranquilmente en camiseta.
Lubis es un monstruo.
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