Conté que me fallaban los isquiotibiales. Ya están a pleno rendimiento, como se ha podido comprobar en la pista de pádel.
La foto no es de pádel, sino del deporte que practico con independencia de cómo anden los isquiotibiales; más concretamente de una paella que hice en Toledo a la que eché unas zamburiñas de Mercadona: hombre, no salió mal ni mucho menos, pero como ya dije de pasada no me pareció brillante la entrada de las zamburiñas.
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