El año pasado por estas fechas empezaron unas obras en mi casa y nos trasladamos temporalmente al lado del Retiro. La verdad es que fueron unos meses en parte magníficos y en parte espantosos; pero luego queda siempre lo magnífico, como por ejemplo, los conciertos en el Retiro de los domingos, lujo provinciano de principios de siglo que se puede disfrutar en Madrid en pleno siglo XXI.Por cierto, que esta mañana me he olvidado de pesarme, como todos los jueves. Me acabo de pesar y estoy en 98,00 lo cual debe ser un error debido al cambio horario, por lo que no pongo la cifra en la cabecera.
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