sábado, 23 de noviembre de 2013

Donde hay níscalos, hay niscalos

Hemos vuelto a salir por la zona de Tamajón hoy y hemos vuelto a pillar.

Llevo tiempo dándole vueltas a la confección de una "guía de ayuda al setero falto de teorías". Tengo bastantes y quisiera compartirlas.
Ahí van unas pocas:

-Donde hay níscalos, hay níscalos. Si llegas a un sitio en el que no hay coches y comienzas a caminar por una zona en la que no hay ningún tallo cortado por alguien que ha pasado delante de ti, lo más probable es que no encuentres ni un solo níscalo. Sin embargo, oye, donde hay hay. No falla.

-No es cierto que tras una helada se acabe la temporada. Lo cierto es que a la temporada le queda poco. Pero yo fui el sábado pasado a un pinar en el que nevaba —a las pruebas me remito—, la semana ha sido de heladas buenas buenas y hoy he llenado la cesta de nuevo. Cierto que había alguno más oxidado de la cuenta; pero allí estaban.

-En los límites del bosque/prado/jaral/lo que sea hay más.

-Se esconden como nadie.

Otro día sigo, o no. Ale. Ahí van unas fotos.





3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre, lo de llenar un cesto........rellenar el fondillo del cesto, si, 150 grs si, pero llenar un cesto, no Quique no. Y eso que estuve a punto de irme contigo

Enrique Muñiz dijo...

La foto del cesto, amigo anónimo, está hecha al principio de la jornada. Al final estaba lleno.
5 kilitos, gramo arriba, gramo abajo

Anónimo dijo...

Ah claro, y tanto níscalo no cabe ni poniendo zoom con gran angular ¡¡¡¡Amos vete, salmonete!!!! ¡¡¡¡Corta Blas, que no me vas!!!! ¡¡¡¡Amos quita, moscovita!!!!