miércoles, 2 de diciembre de 2015

Estar mosca


Es diferente mosquearse de estar mosca. Y no digamos ya aflojar la mosca, parecer una mosquita muerta, tener la mosca detrás de la oreja o querer saber qué mosca le ha picado a alguien.

Vistas de cerca dan bastante miedo, sobre todo a mucho aumentos. La de la foto es un gran mosca, tal vez un poco avispada.

Hoy he ido a recoger el coche de sustitución al que tengo derecho por el seguro de asistencia. Ya en casa, me han llamado del taller para decirme que puedo ir a recoger el coche titular.
O sea: tras dieciocho días de peatón, en este preciso instante tengo dos coches (uno en el taller, ya arreglado, y otro en la puerta). Y me viene igual de mal ir a recoger el arreglado que devolver el alquilado. No sé qué hacer. Tal vez inicie unas rotaciones, como las grandes plantillas.

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