Ayer vi al Atleti en su partido contra el Rostov, equipo ruso que dio mucha leña y casi se lleva un empate del Calderón.
Casi.
No me gustó la narración en general; pero me sorprendió que uno de los locutores, para explicar que estábamos en los últimos minutos del partido dijo varias veces que estábamos ante "la rectítisima final".
Nunca había escuchado la superlativización del sustantivo "recta" (aunque sea originalmente el adjetivo de "línea recta", ahora es sustantivo).
Total, que en la rectísima final el delanterísimo francés Griezman marcó un golísimo de bella facturísima.
Estoy superlativo.
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