Me escribe un amigo y me dice que tardó en averiguar que los números que pongo los jueves tienen que ver con mi peso, y que más aún le asombra que consiga perder peso de paella en paella. Esto exige unas aclaraciones.
Lo del peso, efectivamente, lo pongo los jueves, desde el 8 de enero de 2009. En algún momento -tal vez ese mismo día- expliqué que tras intentar otras variadas motivaciones para hacer caso al médico -pertenenciente el pobre a un colectivo profesional empeñado en la delgadez de su clientela, algo que a los cocineros no nos ocurre, a Dios gracias-, opté por la de poner semanalmente mi peso, de forma que la vanidad me ayudase a conseguir el objetivo.
Por otra parte, una cosa es que haga paellas -aunque más correcto sería decir simplemente arroces- y otra distinta que me las coma íntegras.
En otro orden de cosas, debo decir que la paella apenas engorda: se trata de un alimento ligero, una brisa de la huerta pasada por el mar o la montaña: ozono y alguna cosita más de relleno. A este respecto me viene a la memoria lo que dice un amigo de un amigo acerca de que el "beicon" -nuestra panceta cortada en finas lonchas, vamos- no le engorda en absoluto, ya que lo toma tan pasadito por la plancha, que pierde la grasa y se queda en pura proteina.
Total, que esta semana, entre unas cosas y otras, sobre todo porque sigo de fisios y no hago deporte, la tendencia a la baja se ha sustituido por un repunte notable.
A ver si voy a ver a Sorolla y quemo esas paellas de más.
1 comentario:
Confieso que me costó descifrar qué se escondía detrás de esa numeración cercana al cien, pero, bueno el mecanismo es ingenioso. En todo caso, eso de que la paella o los arroces no engordan... ¡bueno!, lo que no engorda es el aire. En fin, tu número mágico limítrofe con el 100 podría valer también para la cifra que maneja, en millones, Florentino para traerse a Ronaldo. Cristiano.
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