Un chico asturiano con cara de bestia marca un golazo tras decfidir no apsar el balón a nadie. Por la puerta de mi casa pasa un coche que toca la bocina de forma armónica e inequívoca: quiere decir HEMOS MARCADO UN GOL.
Pienso en todo esto y me pregunto si me creería alguien del siglo XVIII o alguien de otro planeta... si se lo contase.
La foto no sé dónde la hice... tengo tanto mundo.
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