Han disfrutado lo que no está escrito -si lo estuviera, haría yo "control C" y "control V" y lo pondría aquí, porque es gente muy de internet- y nos han traído unos pastelitos realmente espantosos como de miel y espinacas, y una caja de chicles BAZZOKA.
Este último presente repleto de curiosidades (como puede verse en la etiqueta y en el cromo de uno de los ejemplares, se mezclan el árabe, el hebreo y el inglés, y el chicle está hecho en USA) me ha transportado a mi infancia... por la vía de unas chuches adquiridas en Jerusalen con nombre de arma en la marca.
La acumulación de paradojas me deja patiabierto y boquidifuso.
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