El 30 de agosto de 2005, no sé bien por qué, comencé este blog. Creo que escribo para que me lean, pero no tengo claro ni eso. Pasen y lean. También pongo fotos.
Otro me pide mi opinión acerca de lo que decía Flaubert de que para ser feliz es necesario cumplir tres requisitos previos: ser estúpido, ser egoísta y gozar de buena salud. Qué gran demagogo Flaubert, opino.
Sobre la frase de Flaubert: "para ser feliz es necesario cumplir tres requisitos previos: ser estúpido, ser egoísta y gozar de buena salud". Trato de adivinar cómo llegó a esa conclusión:
.- Parece evidente que este señor no era feliz, ya que nadie puede presentarse a la vez como descubridor de la fórmula mágica de la felicidad -esa que tanta gente ansía y desconoce- y estúpido a la vez.
.- Tampoco se consideraba egoísta -y seguramente lo fuese, porque de ese defecto, como del de la soberbia, es difícil librarse-. Pudo deducir; "si yo soy generoso e infeliz, a sensu contrario, el egoísta debe ser feliz". Argumento al que le pudo añadir "con lo difícil que es hacer felices a los demás... ¡QUE NO SE DEJAN!, mucho mejor limitarse a hacerse feliz a uno mismo". Pero el pobre era incapaz de dejar de pensar en los demás... ¡EUREKA!" -exclamó- "¡para no pensar en los demás hay que ser estúpido!". Y concluyó con: "¡qué desgracia ser listo!", refiriéndose, obviamente, a sí mismo.
.- Sobre la buena salud, paso de seguir porque me acaba de llamar una hermana.
1 comentario:
Sobre la frase de Flaubert: "para ser feliz es necesario cumplir tres requisitos previos: ser estúpido, ser egoísta y gozar de buena salud". Trato de adivinar cómo llegó a esa conclusión:
.- Parece evidente que este señor no era feliz, ya que nadie puede presentarse a la vez como descubridor de la fórmula mágica de la felicidad -esa que tanta gente ansía y desconoce- y estúpido a la vez.
.- Tampoco se consideraba egoísta -y seguramente lo fuese, porque de ese defecto, como del de la soberbia, es difícil librarse-. Pudo deducir; "si yo soy generoso e infeliz, a sensu contrario, el egoísta debe ser feliz". Argumento al que le pudo añadir "con lo difícil que es hacer felices a los demás... ¡QUE NO SE DEJAN!, mucho mejor limitarse a hacerse feliz a uno mismo". Pero el pobre era incapaz de dejar de pensar en los demás... ¡EUREKA!" -exclamó- "¡para no pensar en los demás hay que ser estúpido!". Y concluyó con: "¡qué desgracia ser listo!", refiriéndose, obviamente, a sí mismo.
.- Sobre la buena salud, paso de seguir porque me acaba de llamar una hermana.
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