Hoy he hecho realidad uno de los sueños de todo twittero: escribir algo desde el aeropuerto. Me he conectado con mi laptop (con el smartphone, la verdad, no sé hacerlo y me da miedo dejar el asunto en manos de un informático, pues la experiencia me dice que en esas operaciones te instalan lo nuevo, pero deja de funcionar todo lo que usabas de la versión anterior) al guayfay del aeropuerto, y he narrado en directo a mis followers que había pasado el cheking, que esperaba al boarding y que me han hecho quitarme los zapatos. Les hubiera dicho también que por uno de esos misterios de la seguridad aeroportuaria, una vez pasado el control de policía no te dejan tomarte la cerveza de la botella, sino que te la sirven por narices en vaso de plástico, pero eso no me ha cabido en los tres bloques de 140 caractéres en los que he abierto mi alma on-line.
En fin, he aprovechado también el wifi para echar un vistazo a la noche electoral española.
Las fotos de hoy no las he procesado. He dado un buen paseo por el malecón de Santo Domingo y por el jardín botánico, y me ha dado tiempo a rezar en la ermita de la cubana virgen de la Caridad del Cobre que hay en la parroquia de San Mauricio, gran martir romano. La foto es de hace un par de días: nos la hicieron en la Puerta del Conde, lugar de reposo de los restos de Duarte, Sánchez y Mella, los tres grandes padres de la patria dominicana, importantes mucho antes de que existiera wikipedia.
Por cierto, el vuelo parece que sale con retraso de unos 20 minutos.
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