sábado, 8 de diciembre de 2012

Nueve de cada diez entrevistados, al enumerar las estaciones del año, comienzan por la primavera. ¿Por qué?

Los fenómenos lingüísticos me atraen más cuánto más inexplicables resultan y el que se contiene en la encuesta que he realizado hoy no digan que no tiene miga. ¿Empezamos por la primavera porque es la estación que más nos gusta? ¿Existe algún molde pedagógico que nos ha educado para poner la primavera en primer lugar? ¿algún tipo de trauma infantil colectivo? ¿La clave está en que primavera comienza por bilabial oclusiva sorda, vocal idónea para comienzos? ¿hay un algo reivindicativo-telúrico en la elección: algo así como la petición de que el año no comience el 1 de enero sino el 21 de marzo?

Calama, calma. Hoy es fiesta grande de la Inmaculada, santo de inmas, conchas y conchitas. Felicidades a todas. Enlazo una recopilación que encuentro en la web del Opus Dei: peticiones realizadas por el Papa en años anteriores durante la ofrenda de flores que se hace en Roma a la Inmaculada de la Plaza de España.

Un amigo me escribe y me pregunta cuántas ventanas de Galicia me quedan. No sé si es una indirecta; pero por si acaso las cuento y respondo: con la de hoy, tengo aún 30; y cuatro puertas.

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