Pasan las horas sin inocentadas. Hasta he ojeado el periódico esta mañana a la búsqueda de la inocentada del día: nada. O no han puesto ninguna, o ya no hay quien distinga la realidad de la broma. O todo es broma y ya no queda realidad. ¿Era de Cortazar el cuento aquel del señor que tiene un sueño en el que le están cocinando unos caníbales y se esfuerza por despertarse y salir del sueño hasta que efectivamente se despierta y está en una gran olla soñando que duerme en medio de una pesadilla? Pues lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario