Reflexivo

En esta tarde tonta de fin de año, no sé bien cómo, me he encontrado con un post de Orsai titulado El nuevo paraiso de los tontos, y con una divertida historia de un curioso plagio. Para saborearlo hay que echarle un cuartito de hora, pero lo recomiendo.

Hoy que se acaba un año quería decir alguna cosa sobre el rumbo que va tomando este blog. Por un lado, no sin vértigo, lo he pasado a la nueva versión de Blogger (aunque todavía me queda remodelar la plantilla, cosa que me da todavía más miedo que lo anterior, pero tendré que hacerlo para arreglar las eñes y las vocales acentuadas, que hoy por hoy se me han ido al garete en la barra de la derecha). También le he añadido botones de buscadores y directorios variados, aunque no haya conseguido aún entender qué es exactamente hacer ping o añadir agregadores que permitan leer fuentes RSS, hacer feed y ese tipo de cosas de las que hablan con tanta facilidad ese gran número de usuarios que son menos tontos que yo, y que hasta son capaces de enviar e-mails con archivos adjuntos en menos de tres intentos.

La cuestión es que comencé este blog hablando de mi vida -cosas que me pasan o que se me ocurren- procurando hacer referencias frecuentes al hecho de que soy del Opus Dei; pero conforme ha ido pasando el tiempo cada vez menciono menos el Opus Dei. Esto es lo que hay. Creo que el título del blog hace innecesaria la repetición. Pienso seguir haciéndolo.

El resultado es moderadamente significativo de mi manera de ser, incluso creo que cada vez lo es más, ya que pasa el tiempo y esto va aumentando en volumen. No quedo exhaustivamente reflejado en el blog -y el Opus Dei menos, ya que somos unos cuantos y bastantes diferentes unos de otros y esto no es precisamente Romana, boletín oficial de la Prelatura-, pero a fuerza de dar pinceladas sobre la vida de un tipo del Opus Dei, poco a poco esto se va convirtiendo en un cuadro, o al menos en un grafiti. Es todo un poco caótico, pero es en cierta medida un autorretrato en medio de este gran paraíso de los autorretratos que es Internet. Esto es un paraíso para los tontos; pero también para los indeseables (que por ejemplo copian artículos de otros y los firman como si los hubieran escrito ellos con ayuda de sus perros sulky del este de Rusia), para los superdotados (que por fin encuentran inteligencias a su altura), para los tímidos, para los escritores malos, para los cursis, para los fotógrafos aficionados... y también, todo hay que decirlo, para los locos. Me preocupa sentirme tan a gusto en este paraíso, pero lo dicho: es lo que hay.

Creo que se ha escrito bastante -y más que se escribirá- sobre blogs y periodismo: no tengo nada que añadir, pero los blogs no son de ninguna forma el papel que envolverá el pescado mañana. Tengo curiosidad sobre el papel que tendrán los blogs actuales en la historia o la sociología de, pongamos, el siglo XXII. También me gustaría saber qué quedará de Google o Wikipedia o hotmail dentro de 50 años.

En fin, que se me acaba 2006 y me he puesto reflexivo. Me he alargado un poco más de lo habitual. Tengan ustedes un buen 2007.