sábado, 19 de enero de 2008

Celeste Basket











Una de las cosas que he hecho esta mañana ha sido ir a Gimnasio Moscardó para ver un poco de baloncesto celeste, y así cumplir con mis compromisos columnísticos con Altamira. En resumen, puedo decir que ha sido horrible: todas las buenas sensaciones que me transmitía el reencuentro con este viejo Gimnasio de resonancias tonileblanquianas se ha diluido; pero bueno, eso lo cuento en mi columna celeste, no aquí (aquí en realidad pongo las fotos porque es el único sitio donde sé ponerlas para luego enlazarlas allí: así de torpe soy. Es algo así como sólo saber ir a Almería por Murcia).


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