Tres cosas: no entiendo bien esta señal, casi me la pego con un tío que luego ha bajado la ventanilla para decir cosas bonitas de los motoristas, y me han cobrado 27,50 auros por arreglar unos zapatos sin que yo haya dicho nada acerca de los zapateros.
Y una de propina: se me han roto las gafas.
Estoy en racha.
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