jueves, 12 de noviembre de 2009

Cervatillos

He pasado hora y media en una sala de espera de consultas del Hospital de La Princesa. Todos los escritores de cualquier género que estén necesitados de argumentos deben acudir a lugares como ese: es un poco pesado desde el punto de vista de la espera, pero como inmersión en lo terráqueo no tiene precio.

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