Hoy he leído que existen dos motivos para que los estados no actúen contra el tabaco con la contundencia que merecería un veneno: el primero es que dejarían de recibir los impuestos correspondientes; el segundo que la gente viviría más y eso supondría más gasto para la Seguridad Social. Un poco de miedo sí que da.En cuanto a la foto, me pregunto si el dispositivo plástico para añadir un cucuruchito de helado al cafelito se fabrica a propósito o se adapta por casualidad. No sé.
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