Escojo un parrafito de la oración a la Virgen de la Encina, en Viterbo (la foto es del monumento a los ángeles de la Paz con que termina la Avenida de Bruselas, en Madrid, supongo que por la cercanía con la avenida de la Paz, antigua M-30, actual calle 30).
Virgen Clemente, Madre de la humanidad,
dirige tu mirada a los hombres y las mujeres de nuestro tiempo,
a los pueblos y sus gobernantes, a las naciones y los continentes;
consuela a quien llora, a quien sufre,
a quien padece a causa de la injusticia humana,
sostén a quien vacila bajo el peso de la fatiga
y contempla el futuro sin esperanza;
alienta a quien trabaja para construir un mundo mejor
donde triunfe la justicia y reine la fraternidad,
donde cesen el egoísmo y el odio, y la violencia.
Que toda forma y manifestación de violencia
sea vencida por la fuerza pacificadora de Cristo.
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