Se me ha metido en algún lugar de la cabeza la palabra satisfactorio.
Entiendo que se trata de algo positivo, estupendo, que debería alegrarme sin matices; pero es que al mismo tiempo satisfactorio me sabe a quirófano, a naftalina, a preponderantemente equinoccial, vamos.
Y se queda ahí, sin ceder a los intentos de expulsión.
Probaré conjugando para mis adentros el pretérito indefinido de satisfacer, que es un ejercicio que para limpiezas mentales me ha dado siempre muy buen resultado.
1 comentario:
Tienes razón. He estado pensando y es un palabro. Horrible. Voy a reciclarla.
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