Anoche tuvimos un eclipse de luna bien visible para los observadores españoles.
En torno a esto de los eclipses me fascinan grandemente dos detalles: la exactitud con la que los astrónomos los predicen, y la gran diferencia entre cómo los reflejan los medios de comunicación y cómo los observamos los ciudadanos corrientes y molientes.
He aquí, en rigurosa exclusiva, el eclipse visto por mi cámara de fotos (la luna es el punto de arriba a la derecha). Una basura más que un eclipse. Y sin embargo, no se me ocurre pensar que el eclipse no existió: es sólo cuestión de puntos de vista, de ser o no ser, de contar con instrumentos adecuados para observar la realidad... ¿Sirve el ejemplo para hablar del Opus Dei? En parte, en parte...
En torno a esto de los eclipses me fascinan grandemente dos detalles: la exactitud con la que los astrónomos los predicen, y la gran diferencia entre cómo los reflejan los medios de comunicación y cómo los observamos los ciudadanos corrientes y molientes.
He aquí, en rigurosa exclusiva, el eclipse visto por mi cámara de fotos (la luna es el punto de arriba a la derecha). Una basura más que un eclipse. Y sin embargo, no se me ocurre pensar que el eclipse no existió: es sólo cuestión de puntos de vista, de ser o no ser, de contar con instrumentos adecuados para observar la realidad... ¿Sirve el ejemplo para hablar del Opus Dei? En parte, en parte...
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