El triángulo que forman los museos Reina Sofía, Prado y Thyssen Bornemisza se ha convertido en un espacio de estética glamourosa y reclamo cultural, que añade también denominación de origen (la verdad es que no sé ahora si los letreros hablan del "Madrid de las Artes" o del "Madrid e las Letras") a una zona por la que di una vuelta el otro día.
Entre terrazas y calles con bastante poco tráfico, se escuchó repentinamente un importante CATACROCK. Talmente como si un coche hubiera pasado por encima de unas gafas de sol, hecho que pueden ustedes ver certificado gracias a que a zona con tanto contenido, acudí con cámara de fotos.
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