Yo mismo, en la fiesta del perdón. El confesor se llama don Carlos Carrasco, al que conocí hace más de 30 años cuando estudiaba Periodismo (él) y tenía un cuatro latas (aquel coche en el que meter tercera era algo así como entrar a matar) con equipo de radioaficionado incluido.
El 30 de agosto de 2005, no sé bien por qué, comencé este blog. Creo que escribo para que me lean, pero no tengo claro ni eso. Pasen y lean. También pongo fotos.
jueves, 18 de agosto de 2011
10 fotos de Madrid
Espera junto al intercambiador de Avenida de América. El grupo de mexicanos que tenía delante, gritó y cantó casi todo lo gritable y cantable, rezó un Rosario y aplaudió muy notablemente.
Yo mismo, en la fiesta del perdón. El confesor se llama don Carlos Carrasco, al que conocí hace más de 30 años cuando estudiaba Periodismo (él) y tenía un cuatro latas (aquel coche en el que meter tercera era algo así como entrar a matar) con equipo de radioaficionado incluido.
Yo mismo, en la fiesta del perdón. El confesor se llama don Carlos Carrasco, al que conocí hace más de 30 años cuando estudiaba Periodismo (él) y tenía un cuatro latas (aquel coche en el que meter tercera era algo así como entrar a matar) con equipo de radioaficionado incluido.
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