Hoy en Misa nos han recordado la no casual cercanía de la celebración de TODOS los santos (hoy) y TODOS los difuntos (mañana).
También nos han hablado de la intromisión de "celebraciones extranjeras" que pueden confundir en mero motivo de broma entre telarañas y calabazas el entrañable recuerdo de nuestros santos, nuestros difuntos y, sobre todo, la invitación de la Iglesia a que aprovechemos la ocasión para pensar en nuestra santidad y, por qué no decirlo, en nuestra propia muerte.
Hace ya unos años, se me ocurrió decir en este blog que me gustaban los papás noeles colgados de los balcones y hubo quien me escribió preocupado por que me dedicase a descabezar Reyes Magos de Oriente. Supongo que Hallowen (o como se escriba) tendrá sus cosas entrañables para gente que lo ha celebrado desde chaval, yo no lo entiendo; pero soy partidario de las fiestas y no me parece mal que los chavales aprovechen las excusas para conseguir chucherías, aunque me resulte lamentable que los no tan chavales aprovechen las mismas ocasiones para hacer el gamberro y tirar huevos.
En fin, mañana iré al cementerio a rezar por los míos, que son muchos y como el Pîsuerga pasa por Valladolid, enlazo un libro estupendo con preguntas y respuestas sobre Jesucristo y la Iglesia que se puede pillar en formatos varios en la web del Opus Dei.
Y foto de ventana de Galicia, claro.
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