Salgo dentro de un rato rumbo a Valencia para una reunión de trabajo. Antiguamente los viajes de trabajo eran viajes de trabajo sin más, ahora se realizan para mantener reuniones de trabajo, incluso a veces se interrumpen para tomar un cofee-break, que no es un café roto sino una ruptura con café.
La verdad, voy con ganas de tener un rato para concretar dónde poder darme una ducha en Valencia el primer fin de semana de julio, en el que pienso ir por allí para rezar por la familia junto a Benedicto XVI.
Despegan mis planes para ir a Valencia esos días, como el avión de la foto.
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