No sé hasta qué punto la imagen del dique seco se refiere a la realidad de lo que se hace periódicamente con los barcos. La imagen parece mostrar que es bastante exacta para referirse a esos periodos en que sacamos el barco del agua para quitarle moluscos, tapar pequeñas vías de agua y dar una mano de pintura.
No es que esté de vacaciones; pero a efectos profesionales el verano y sus inmediaciones parece que te llevan irremediablemente al dique seco. Tiene su encanto lo de la manita de pintura, el orden de aquello que parecía que nunca ibas a ordenar, la lectura tranquila de papeles largos y densos para situarse... En fin, que no estoy en el dique seco, pero casi.
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