Más o menos entre Gijón y Villaviciosa, en la costa, hay un pueblecito precioso que se llama Tazones. Yo no había estado en él en todos los días de mi vida; pero me sonaba. ¿De qué podía sonarme? ¿A quién podía yo haber oído hablar de ese pueblo?
Una vez allí, se deshizo el misterio que runruneaba por mi cabeza. En Tazones pisó por primera vez tierra española el Emperador Carlos I. Venía de donde viniese -supongo que de Gante o sus alrededores- para tomar posesión del trono -pasando, digo yo, por Tordesillas donde estaba su madre la Reina Juana la loca- en compañía de su hermana Leonor -esto no lo digo yo, lo decía una placa que leí en el propio Tazones-, y el mal tiempo impidió desembarcar en Vizcaya y tuvieron que hacerlo en Tazones. hay que ver las cosas que se le han quedado a uno en lugares remotos de la memoria durante el Bachillerato, y hay que ver cómo siento no haberlas estudiado mejor para manejarme por ellas como por las calles de Madrid.
Enlazo recién descubierta web oficial del Opus Dei en euskera.
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